Qué dicen de nosotros

«Dani Jané»

La Sala Escuela de Música - Daniel Jane

Ha estat un plaer estudiar durant tres anys a l’Estudi Musical la Sala. Vaig tenir la sort de trobar aquesta escola del barri del Poble Sec en un moment en que sentia molta inquetud per la música i la guitarra.

El mestres que em vaig trovar (tant de les assignatures teòriques com d’instrument) es van adaptar perfectament a les meves inquietuts i a més vaig tenir la oportunitat de posar en practica tot el que anava aprenent amb els concerts que organitza l’escola.

Per a mi, es una escola amb un gran equip humà i profesional que em va donar la oportunitat de creixer com a músic.

«Vicens Dura»

La Sala Escuela de Música - Vicens

Con vosotros he podido hacer realidad un sueño larvado, que cuando era joven no pude hacer, y era poder tocar el piano con un cierto nivel.

Recuerdo muy bien el día que entré por pimera vez por la puerta de La Sala y te pregunté si dabáis clases para adultos. De eso han pasado ya seis años. ¡Y no veas como disfruto en cada clase!.

Agracerte a ti, y como no a Dani, el tiempo que me habéis dedicado. Sois unos verdaderos profesionales y mas si cabe excelentes personas.

«Ruth Bermudez»

La Sala de Música - Ruth Bermudez

Soy alumna desde hace ya 4 o 5 años de La Sala, y he tenido el gran placer de conocer a diferentes profesores, a cual más profesional. Cada uno una forma de enseñar distinta, pero todos con un mismo objetivo: que aprendiera a disfrutar con la música, a tocar para mi sin pensar demasiado en el resto porque cuando a uno le gusta lo que toca, al resto le encanta lo que suena.

Mil gracias a La Sala en general por los grandes momentos que he vivido ahí, y espero que por muchos años, pueda seguir viviendo, porque siempre quedará algo nuevo que aprender.

«Miriam Spinelli»

La sala de Música - Miriam Spinelli

Empecé en La Sala hará más de 10 años. Allí empecé con la música. Me enseñaron toda la base para poder ser una buena pianista. Me sacaron las ganas de querer dedicarme profesionalmente a ello.

Y ahora, a día de hoy, trabajo allí y me estoy dedicando a conseguir ser compositora profesionalmente y todo gracias a haber empezado a estudiar en La Sala.

Para mi ha acabado siendo un sitio de apoyo, con grandes amigos y un lugar que es como una familia para mi.

«Cristina Fernandez»

La Sala de Música - Cristina Fernandez

Mi pasión por la música hizo que a los 40 años iniciara mis estudios de piano en La Sala.

Más tarde los enriquecí con clases de Estética e Historia de la Música. Todos los profesores excepcionales tanto por su profesionalidad, simpatía y excelente calidad humana.

Personalmente adquirí unos conocimientos y gané unos amigos. Os quiero.

«M. Jose Pubill»

La Sala de Música - Maria José Pubill

Mi experiencia con en la escuela de música La Sala se inició como madre, observaba como mi hija se iba aficionando a la música gracias al entusiasmo y el cuidado por las pequeñas cosas que, en la vida, dan valor a lo hecho, que hay en esta escuela.

Así que, después de un tiempo, me decidí yo también a probar algo que siempre había deseado, tener una relación intima con el piano.

Me encontré muchas cosas en el camino: disfrutar al margen del resultado, gustarme siendo un poco patosa, paz interior al parar mi cabeza y concentrarme en el instrumento, amigos de verdad en un ambiente de tolerancia, afecto y alegria….unos años después ahí sigo.

Para mi, es mi espacio y me siento muy afortunada de haberlo encontrado.

«Joan Moret»

La Sala de Música - Joan Moret

Hace ya unos años que tuve la suerte de toparme con La Sala. Personamente ha supuesto el comprender, apreciar, disfrutar y amar la música. Porque la música no son solo notas y acordes. Eso tan solo es la punta del iceberg.

Gracias al entusiasmo y la pasión contagiosa por la música de la gente de la Sala he podido sentir la alegría, el dolor, el miedo, la felicidad, la ira y la ternura que yace tras cada melodía.

¿Y eso cómo se enseña? Pues supongo que ahí está el mérito.

Animo y muchas gracias!

«Erick Forsberg»

La Sala Escuela de Música - Erik Forsberg

Entré en l’Estudi Musical «La Sala» cuando tenía ocho años para que me enseñaran a tocar un poco el piano.

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A los veinte, me he dado cuenta de que lo que en realidad me han enseñado es a entender la música.

«Pau Torregrossa»

La Sala Escuela de Música - Pau Torregrossa

Estudio Musical “La Sala” ha significado mucho para mi. Empecé a tocar el piano y el violín a los cinco años. En estos tiempos aún no sabía si me gustaba de verdad o no y no fue hasta unos años más tarde que fui a esta escuela de música. Allí conocí a Mónica, que fue mi primera profesora de piano de esta escuela. Gracias a ella vi la música y la interpretación musical con otros ojos. Desde este instante me gustó de verdad la música y avancé en piano como nunca lo había hecho. El valor añadido que tiene esta escuela es la facilidad de los profesores para hacer que los alumnos no vean solo notas en una pieza sino todo un conjunto de opiniones, sentimientos y gustos a contrastar con el profesor. Y esta interacción que recibe el alumno con el profesor es el punto fuerte de esta escuela. Y no sólo es para niños; Por ejemplo, yo ya voy hacia los 23 años y aún sigo sintiendo esto cuando voy a clases de piano. Otro punto fuerte que tiene esta escuela es que hay profesores para todas las edades y gustos. Actualmente hago clases de piano con mi profesor Jordi, con el que aún seguimos discutiendo cada parte de la pieza que voy a interpretar todo planteando preguntas como: –Qué sentimientos crees que tiene esta pieza? Define el carácter de esta obra con una palabra…..- Y son preguntas que gracias a ellas consigues una interpretación de la pieza muy satisfactoria. Sólo he hablado de mis profesores de piano porqué es el instrumento que toco actualmente pero como estos profesores también lo son todos los otros músicos de esta escuela que se dedican a transmitir sus conocimientos musicales a los alumnos.

Esta pequeña escuela esta formada por una gran familia.

«Familia Arbiol López»

La Sala Escuela de Música - Flia Arbiol Lopez

Fa 10 anys la meva filla va començar a tocar el piano a La Sala ; el meu fill va començar fa 7 anys. Actualment, el Gerard continua amb el piano. La Meritxell i jo fem classes de cant, fins i tot arribem a cantar junts en el concerts que organitza aquest petit, però al mateix temps gran, espai musical.

Tots fem el que ens agrada. L’ambient és fantàstic.

Donem les gràcies a tot l’equip de La Sala per la seva paciència, professionalitat i, sobretot, pel tracte donat a tota la família.

«Luciano Soret»

La Sala Escuela de Música - Luciano Soret

Tras muchos años de búsqueda, he descubierto en “La Sala” un ámbito idóneo en el que se invita a estudiar la música sin prejuicios, ideas o principios preconcebidos acerca de la misma, esto es, partiendo de la idea de que debes aproximarte a su estudio y práctica con la misma disposición de ánimo que cuando acudes, de modo feliz y despreocupado, sin rigidez ni tensión, a realizar cualquier otra actividad privada que te produce un secreto placer, por trivial y sencilla que la misma sea ( navegar por internet, cocinar, pescar, escribir, leer un buen libro, pintar ) … No creo en la trascendentalización por la mera trascendentalización de la música, basada en misticismos metafísicos derivados de la mucha literatura barata que corre por ahí, ni tampoco en la nacionalización o politización de la misma, ni creo tampoco que la música culta – o clásica – deba ser patrimonio excluyente de las clases sociales más altas como signo de distinción de las mismas, como comúnmente nuestra sociedad pretende, o tan sólo apta, de cara a su estudio, para los niños y jóvenes; no creo, con respecto a este arte, sino en su intrínseco carácter lúdico, popular, artesanal y filosofal, carácter, éste último, que algunos retrógados y elitistas confunden con la falsa idea de que tan sólo ellos, los de su gremio, se encuentran en posesión de algún profundo secreto, al que sólo unos pocos iniciados pueden acceder.

La Sala” destaca, entre otras cosas, por su ambiente familiar, que hace al alumno sentirse a gusto y lo estimula de cara al estudio, el cual no se basa en una mera repentización, mnemotecnia o intuición irracional de los conceptos, sino en la aprehensión de los mismos a partir del sentido común – que en las artes, a veces, es el menos común de los sentidos -, con el fin de generar una interpretación musical basada en una intuición lógica y racional, no reñida con el sentimiento. Naturalmente, el ambiente cálido y familiar de la escuela no excluye el trabajo ni el esfuerzo.

En realidad, no hace falta ser alguien especial para ser músico, ni estar en posesión de algún don personal e inusual, lo único que hace falta es ponerse a estudiar música… Ser buen o mal músico depende tan sólo de la mayor o menor cantidad de tiempo que uno decida invertir en estudiar, de su formación cultural, y del estado de ánimo, o espíritu, con que lo haga.